Monday, August 17, 2015

Actividad Física como medio remedial en el desempeño escolar.




El Desempeño Académico a nivel escolar es uno de los temas que más preocupa a la sociedad en general y a los padres de familia en particular, pues en nuestro país hay indicadores que demuestran que hay un descenso que ha llegado hasta niveles alarmantes en ciertas regiones del país; sin tomar en cuenta el porcentaje de niños que no ingresan o desertan de continuar cursando la escuela.
Cada familia se siente sola en su lucha por frenar el fracaso escolar .
Buscan respuestas a cuestiones tales como:
¿Qué alternativas tienen los alumnos para mejorar sus calificaciones en las materias básicas y fundamentales de los programas de estudio.?¿Cómo lograr que los estudiantes puedan asumir con actitud positiva las dificultades que se les presentan en su vida diaria y conquisten así las metas que se proponen?
Todos buscan e implementan diversas maneras para contrarrestar los males que aquejan a la educación y así elevar el desempeño escolar y la autoestima de los niños que estudian en sus instituciones.
El deporte ha crecido en popularidad paralelamente con el mejoramiento de los medios de comunicación y se ha convertido en espectáculo preferido de un cada vez más creciente sector de la población.  Es una actividad de interés social y la industria del Acondicionamiento Física, que incluye ámbitos para realizar actividad física, aparatos auxiliares, entrenadores, asesores, etc., crece día con día. Y cada vez un mayor número de padres y de dirigentes escolares miran hacia el deporte para aprovechar sus beneficios escolares.
Los beneficios del ejercicio en el desempeño escolar han sido objeto de diversos estudios en los últimos cinco años.
Se parte de la base de que el cerebro es un órgano de gran dinamismo. La capacidad de modificación del cerebro frente a diferentes estímulos es aún mucho mayor durante la edad escolar, toda la infancia y la adolescencia.
El cerebro de un niño en edad escolar es todo actividad, es decir comunicación, creación y consolidación de circuitos o caminos celulares que determinan funciones como la memoria o el desarrollo de emociones.
Se sabe que ningún otro mecanismo biológico consume tanta energía como la comunicación neuronal.
Así pues, el cerebro en crecimiento es cambiante con la finalidad de adquirir y madurar funciones, aprender y desarrollarse. A su vez, estos procesos necesitan sustancias capaces de transmitir información, alimentar y hacer crecer los tejidos, lo cual sólo se puede realizar a través de grandes cantidades de energía.
El ejercicio físico está tomando un lugar destacado como factor susceptible de modificar la función y la estructura cerebral, aportando claros beneficios en el rendimiento cognitivo y bienestar psicológico.
Por ejemplo, estudios transversales demuestran correlaciones entre niveles altos de acondicionamiento cardiovascular y el desempeño cognitivo.
Existe evidencia que niños con un nivel de acondicionamiento cardiovascular alto obtienen mejores resultados académicos y que la actividad física en general tiene un efecto positivo sobre el aprendizaje de algunas tareas escolares específicas. Por si fuera poco, existen datos concluyentes respecto a los beneficios del ejercicio físico sobre síntomas depresivos o de ansiedad en niños y adolescentes. Los estudios realizados hasta ahora indican que el ejercicio cardiovascular es posiblemente el más efectivo para mejorar la función cognitiva en niños.
Correr, saltar, jugar en continuo movimiento, son actitudes que aparecen de un modo natural y espontáneo en los niños, sobre todo en los más pequeños. Y resulta que estas actividades favorecen la utilización de la energía cerebral.
La naturaleza favorece el desarrollo de los recursos que necesita para que prevalezca la vida.
Tal vez esto sea consecuencia de un mecanismo adaptativo a lo largo de la evolución, “tantas veces era necesario salir corriendo en las praderas para salvarse de los depredadore” o por un principio meramente físico, “el movimiento determina la función”, el ejercicio parece potenciar y mejorar algunas funciones cerebrales en los niños, los adolescentes y también en los adultos.
Se han realizado muchos estudios de cómo el ejercicio físico influye en el cerebro en desarrollo, ya que tiene un gran valor práctico todo conocimiento sobre posibilidades de cómo mejorar el desempeño humano.
Los estudios han producido evidencias que podrían determinar cambios en los programas educativos, por ejemplo, pero también podrían constituir un modelo para el estudio del metabolismo energético y la neurotransmisión, tanto en el niño sano como en determinadas enfermedades neuropediátricas.
Por ejemplo Cuadrado F. y colaboradores (2004) en su estudio del efecto de la práctica deportiva reglada en el rendimiento académico en alumnos de la Provincia de Granada – España, determina que se ha encontrado una relación positiva entre la práctica de la actividad física y el rendimiento académico que apoyan la idea de que el dedicar un tiempo sustancial a actividades físicas en la escuela, puede traer beneficios en el rendimiento académico en niños.
De la misma manera en su estudio plantea que los jóvenes que practican actividad
adicional física y deportiva y que están programadas en los programas de formación en las escuelas tienden a mostrar mejores cualidades como un mejor funcionamiento del cerebro; en términos cognitivos, niveles más altos de concentración de energía, cambios en el cuerpo que mejoran la autoestima, y un mejor comportamiento que incide sobre los procesos de aprendizaje.
Este estudio de Cuadrado aumenta en importancia al concluir el que el ejercicio físico tiene una fuerte influencia en otros factores que no se habían considerado anteriormente. Por ejemplo en estados emocionales como ansiedad y depresión, disminución del estrés, mejoras de las capacidades intelectuales y cognitivas, apoyados en cambios funcionales a partir de la práctica de actividad física y deporte y que en la actualidad están tomando mucho auge en función de que el nivel de estrés ha llegado ya afectar a niños que ante tanto estímulo de todos nivel se descompensa y no sabe cómo reaccionar y empiezan a tener en el estrés un problema que ya debe recibir tratamiento especializado.
Esto implica que la actividad física puede considerarse un elemento central y fundamental en los programas de promoción de la salud para poblaciones escolares con y sin patologías específicas -como las dificultades de aprendizaje, los síntomas de hiperactividad, algunos casos de deficiencia mental y conducta disocial.
Se ha demostrado que la práctica de un deporte favorece el rendimiento académico de las personas que lo practican, en particular el ajedrez contribuye al mejoramiento de la atención y la concentración, del pensamiento lógico, de la organización de las ideas, de la resolución de problemas complejos, de la anticipación de eventos, pero también ayudan al individuo a sentirse a gusto y compartir con su oponente de una forma sana y pacífica.
Las investigaciones realizadas sobre los beneficios de la actividad física y deporte suelen estar enmarcadas dentro del discurso médico, que propende por la práctica de deporte con miras a disminuir la probabilidad de ocurrencia de patologías de origen cardiaco, respiratorio, metabólico, entre otras.
Si bien estas investigaciones son importantes, por mucho tiempo se ha desconocido, o al menos no se ha reconocido la importancia del deporte en otros contextos de la vida humana, como es en este tema de estudio el del Desempeño Académico.
El Desempeño académico es una problemática de carácter nacional es por eso que vemos en la actividad física y el deporte, una de las opciones para fomentar estudiantes con una educación de calidad.